Erase que se era, un vacio sin respuestas.
Había una vez donde creía que la vida era… simplemente era, y no es.
Suave y delicada, era la vida en la almohada, como si los sueños fueran a salirse de nuestras ideas, y como si la meta fuera que algunos de ellos se cumplieran.
Era, era… simplemente creí que al vida era, y no fue.
Entre tardes y mañanas, pasaba la vida entre telarañas y musarañas, como si nada, fuera a expresarse con palabras, sin nada, sin nadie, solo cobardes.
Hubo una vez que creí, creí... únicamente creí, y reí.
Sonreí y leí, letras con frenesí, con malezas y rarezas, pero con alma completa, que me completó sin razón, todo lo creí yo, maldito el día en que leí y sonreí, creyendo que había algo ahí, y lo conocí, lo viví, y luego murió, pero por ahí se quedó ¡Vil Maldición!
Érase que se era, una verdad sin fronteras, mentiras completas.
En esa era, era y fue, una verdad bonita y luego cruel, que cambio sin querer, con poder de terceros, que te hicieron creer, que no era miel, y era tan solo hierro y hielo, un cero, y un becerro fuiste, por creer esos supuestos sinceros.
Una vez fue que fue, y no se va, la verdad que viví, la integridad del sentimiento, que me calaron muy adentro, esos días que fueron verdad, maldigo y maldigo esos días, por haberlos vivido, y aun no poderlo olvidar… crueldad sin verdad, lo que tus palabras me dirigieron, hasta hacerme olvidar, hasta hacerte creer que realmente era verdad, que fue verdad, y no fue así… pero lo nuestro fue verdad, una hoy vil verdad, que no consigo olvidar, ni reaccionar, ni fraccionar, de cero, a cero, hasta poderte olvidar, o reducir, o traducir de verdad a mentira, tal y como hiciste con mi vida…
A veces intento olvidar, e imagino que aun vivimos aquella verdad, aquella dulce que se deduce, que pudo ser eterna… y me pregunto ¿por qué? Le pregunto al destino ¿Dónde fue? ¿Qué fue? ¿Cómo fue? Y nuevamente ¿por qué?
Y érase que se era, que no existieron respuestas…
Y érase que se fue, se fue, se fue…. Para no volver….
1 comentario:
preciosa cita:)
que no decaiga el ánimo, pues las aún las tormentas más fuertes dan paso a la calma.
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