¡Siempre enamorada!

¡Siempre enamorada!
De ¡todo, de nadie, de nada!

¡Siempre enamorada!
Resuena en mi cabeza, como una voz enmascarada.

¡Siempre enamorada!
Dicta mi cabeza, como una respuesta sin sorpresa.

¡Siempre enamorada!
De las ideas, del aire, del cielo, de la tristeza.

¡Siempre enamorada!
De una respuesta sin certeza.

¡Siempre enamorada!
De la cobardía que me hace presa, y que me tienta y me revienta.

¡Siempre enamorada!
De algo irreal, imposible de alcanzar, como atravesar el muro de la verdad.

¡Siempre enamorada!
De la soledad que me hunde, y con sueños me confunde.

¡Siempre enamorada!
De sonidos, de música, de voz y dolor.


¡Nunca te creeré!

Así que cállate de una vez,
Y deja de creer en las fantasías,
Que alimentas con agonía,
Y que ceguera me causará sin querer.


¡Siempre enamorada!
Sigue que,
Con oídos sordos te escuchare, y con ojos de ciego te leeré,
Para no creer, no caer, en lo absurdo del concepto,
Que repites sin piedad, intentando que no se pueda olvidar,
Intentando que no se puedan obviar…

¡Siempre enamorada!
Cállate ya anda, y ve a amparar a otro individuo,
Que quiera creer en las palabras necias que dices,
Que yo, ahora…
Voy a olvidarlas.


Buenas noches,
Enamorada.